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domingo, 2 de agosto de 2015

Miles piden en Tel Aviv, Haifa y Jerusalén el fin del “terrorismo judío”

Un grupo de jóvenes palestinos cargan un ataúd con la foto del bebé de un año y medio de edad Ali Dawabsheh, el cual fue quemado por un grupo de asaltantes judíos que atacaron su casa en Cisjordania. Un hermano de cuatro años y sus padres también resultaron heridos.TEL AVIV.- Miles de personas se concentraron hoy en ciudades como Tel Aviv, Haifa y Jerusalén para expresar su repulsa a la violencia y exigir al Gobierno de Benjamín Netanyahu el fin de la instigación extremista, tras dos días de ataques contra la comunidad gay y la familia palestina Darawsha, que han conmocionado al país.
En la madrugada del viernes un bebé palestino murió y otros tres miembros de la misma familia resultaron heridos críticos en un incendio premeditado contra una vivienda en la localidad cisjordana de Duma y atribuido, según todas las sospechas, a radicales judíos.
El suceso se producía pocas horas después de que el jueves seis participantes en la marcha del orgullo gay en Jerusalén resultaran heridos al ser apuñalados por un judío ultraortodoxo que había salido de prisión recientemente tras cumplir una pena por un ataque similar hace una década.
La mayor de estas concentraciones tuvo lugar en Tel Aviv, convocada por la organización pacifista Paz Ahora (Shalom Ajshav), en la que se dieron cita miles de personas que abarrotaron la céntrica plaza Rabín poco antes de concluir la jornada sabática.
Bajo el eslogan de “el odio asesina”, los asistentes portaban banderas y pancartas en las que se leía “La incitación de la derecha asesina”, “Este es el precio del terrorismo” o “Cuando no hay paz, viene la guerra”.
En la concentración se guardó un minuto de silencio para recordar al bebé Alí Darawsha, muerto el viernes, mientras su hermano de 4 años se debate entre la vida y la muerte, según dijeron hoy médicos del hospital Shiva, próximo a Tel Aviv, donde también se encuentra ingresada la madre, mientras que el padre se encuentra en otro hospital de Beersheva (sur de Israel).
El jefe de la oposición israelí y líder laborista, Isaac Herzog, calificó los hechos de “pogromo judío” y aseguró: “Lloramos por el bebé y lloramos por la familia y rezamos al dios que todos compartimos. El terrorismo es terrorismo y punto. Los terroristas son terroristas y punto. Tiendo la mano al pueblo palestino y a sus dirigentes (...) y les pido que hagamos la paz”.
“Si yo estuviera en la posición del primer ministro le diría al Shabak (servicio de Inteligencia interno) y los organismos de seguridad que luchen contra el terrorismo judío como lo hacen con el islamista”, prosiguió.
La dirigente del partido de pacifista de izquierdas Meretz, Zehava Galón, coincidió en que lo ocurrido era obra del “terrorismo judío, el Estado Isámico (EI) judío”.

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